lunes, 18 de marzo de 2013

Despertar, morir

                                                                              Es la muerte que está viniendo - dijo el niño.



   En un poema Borges comparte su idea del sueño como ese momento de encuentro con ese inconsciente enamorado, que no se sabe en qué forma puede venir. También se pregunta porqué si el sueño es solo un estado necesario para el desarrollo del individuo despierto, es tan horrible ser expulsado de aquel reino tan bruscamente por una sacudida violenta o un reloj despertador.

   Miles de veces he escuchado que dormir es perder el tiempo, que si te la pasás durmiendo no disfrutás la vida, y montones de clichés más sobre la alegría de andar despiertos por el mundo, pero nunca he sabido responder a esos ataques más que expresando mi gusto por el hipnótico estado del sueño.
   Es que el sueño no es solo restablecer las condiciones de un cuerpo desvencijado por el cansancio, no, es mucho más que eso. Es la posibilidad de encontrarse mano a mano con el inconsciente, con los mensajes subliminales de nuestras películas mentales. Es cierto que despierto se viven la mayoría de las cosas maravillosas y geniales de esta vida, pero ¿cuántas veces nos hemos despertado con la ilusión que eso que acaba de pasar por tu cabeza pueda llegar a ser real?
   Además el pre-sueño, que es el estado en el que uno se encuentra tan cansado y ya hace mucho tiempo sin dormir que comúnmente denominamos "pasado de rosca", es uno de los momentos más creativos del ser humano -y esto lo digo bajo una rigurosa comprobación empírica-, lástima que uno se encuentre tan inútil como para agarrar un papel y rayar algunas cosas, pero si se pudiera hacer, el mundo sufriría de cosas maravillosas todos los días.
   Los griegos, históricamente, recibieron todos los augurios de los dioses a través del sueño; Jesús hablaba con Dios en un estado más parecido al de la bella durmiente que a la meditación; años después de los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 Manu Ginobilli confesó que se le había aparecido Michael Jordan en sueños diciendolé que le iba a ganar al último campeón del mundo con un doble histórico en el último segundo.
   Los sueños y el inconsciente han sido más que importantes desde el principio de los tiempos. Que digan lo que quieran, pero dormir, esa acción tan perfecta, tan sin interrupciones, tan cordial, tan envolvente, tan irónicamente activa, es inigualable. Más de una vez he tenido que interrumpir el sueño para levantarme a hacer cosas que en ningún punto eran más disfrutables, por lo que puedo decir que en proporción, muchas veces es mejor dormir que estar despierto.
   Estar despierto conlleva responsabilidades, obligaciones, hacer y afrontar cosas que uno no quiere. Pero sin embargo, es bastante contradictorio, porque a pesar de todo lo que puedo defender al sueño, no deja de ser cierto que uno duerme para estar despierto, es muy raro que alguien esté despierto para dormir.
   Aún podría seguir citando a Borges para defender este estado tan cercano a la muerte, tan parecido a la inexistencia física, tan lleno de descubrimientos asombrosos. Uno entra a ese mundo de ficción donde las reglas han dejado de existir tal cual las conocemos, don de la moral es un insulto, donde las relaciones se establecen desde puntos de contactos inalcanzables para la capacidad de comprensión humana.
   Uno puede soñar que sueña que está soñando, o que es otra persona, o que es muchas personas, que se atreve a todo, que es un cobarde, que puede volar, que tiene ganas de ir al baño, que cae en un precipicio infinito, que asalta un banco, que viaja a través de la ruta, que va al funeral de un pariente o de sí mismo, que las ciudades están conectadas por recuerdos, que el Papa es uruguayo, que uno salva a la tierra de una catástrofe intergaláctica, puede soñar lo que quiere, pero despertarse siempre es la muerte.
   No sé, el tema de los sueños siempre me llamó la atención, a mí me gusta tanto dormir que un día me voy a despertar y ya van a haber hecho la revolución.

1 comentario:

  1. Muy bueno, me encanta la parte de "Además el pre-sueño, que es el estado en el que uno se encuentra tan cansado y ya hace mucho tiempo sin dormir que comúnmente denominamos "pasado de rosca", es uno de los momentos más creativos del ser humano -y esto lo digo bajo una rigurosa comprobación empírica-, lástima que uno se encuentre tan inútil como para agarrar un papel y rayar algunas cosas, pero si se pudiera hacer, el mundo sufriría de cosas maravillosas todos los días." es exactamente así, si no lo hubieses escrito vos yo lo hubiese echo.

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