martes, 11 de febrero de 2014

Sueño que has vivido


         Como si no le importara nada y con la respiración cortada Rolando duerme en la de al lado, la cama. Sueña que sueña que está soñando me dice despertando. Yo no puedo aceptar que este tipo siga hablando, si todo lo que me dice no es más que un pensamiento blando. La aristocracia en la democracia tiene la gracia de la dominancia; permitan que invente y después se lo cuente a algún creyente que mira para arriba a ver si Ese arriva y baja con grandeza a predicar su nobleza y mira por debajo de la mesa (roja cerveza) crecer la maleza que busca el instinto de tomar el vino tinto sin esperar más nada que una mera pavada que conste de risas y alguna repisa donde guardan la yerba que da respiro a mi verba o vea de frente lo feroz de la mente que busca asombrada la memoria borrada sobre aquel cuento que un día muy lento un hombre contaba a la gente juntada ante aquel encuentro de feroz miramiento y hablando de miras era difícil armar la fiera rima que llega a la cima de aquella colina que ante el sol declina furiosa gallina que come resina y así vaticina ante la profunda piscina una larga afrenta ante lo que el pobre lamenta sin ir más lejos que lo que dicen los viejos que desde un catalejos han visto al espejo brillante reflejo de puros mezquinos que compran equinos y maldicen vecinos que tienen la suerte de no conocerte y no escuchar tus ronquidos, horribles bramidos que surcan la noche y beben el ponche del pobre insomnio que en un manicomio se queda dormido ante tanto derroche de sueños y dueños de un cansancio rancio que lleno de envidia se entrega a la trivia de buscar redundancia en la vagancia de la abundancia de esta falacia que no hace efecto en Asia porque allí las letras son dibujos que circulan cual flujo por el canal de la magia que con gran acrobacia se mete en el inconsciente de gente que siente que ha soñado algo y que no se acuerda que si soltaba la cuerda podía caer en un pozo de esos que no terminan porque sus paredes caminan por lo eterno que es poner el agua en el termo para que puedas contarme tal vez sin nombrarme que tuviste una visión casi salida de la fricción que tuvo en la cama que estaba ahí nomás y no te acordás y hacés el esfuerzo y te sale este verso, sin rima ni trina, me decís que soñabas, soltando las babas, con la vecina.